Había una vez un cachorro de gato llamado Lonal. Era un
gatito blanco con manchas negras y muy juguetón. Lonal estaba triste porque vivía en el escaparate de una tienda de
mascotas y todo el mundo le miraba.
Un día Gloria, Yanira y
Sara, decidieron comprar a Lonal y se
fueron de vacaciones a la playa con él.
Estaban tan felices y contentos que enseñaron al gato a nadar y a escribir.
Sara , 11 años
y Yanira, 9 años
¡Hola amigos! voy a presentarme: me llamo Lonal, tengo 10 años, estoy
enfermo porque tengo un tumor en la cabeza. Yo siempre estoy feliz. Nunca me
doy por vencido. Algunas veces me pregunto ¿por qué yo y no otros niños? Prefiero
pensar en positivo, porque si pensamos en negativo no llegamos a ninguna parte: hay niños que están peor.
Cuando me ponga bien del todo iré a la playa con mi familia, estaré mirando los escaparates de
la tienda por si veo esa mochila que
tanto me gustaba.
Bueno yo os he escrito esto porque no quiero que todos los niños
que estáis enfermos os deis por vencidos. Todos vamos a salir adelante. Nunca
vamos a estar solos; tenemos a nuestra familia y amigos que siempre estarán
para lo que sea.
Nerea Blanco Espinosa- 12 años
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| Marta y Nerea |
Zoe tenía un perro llamado Lonal que paseaba todos los días por
la playa. Lonal corría alegremente por aquella zona. Tanto a Zoe como a su
cachorro les encantaba ir de compras y decidieron pasar por una tienda de
mascotas. Zoe se asombró al ver en aquel escaparate un collar con el nombre de
su cachorro. Al salir de aquella tienda Zoe se encontró con sus viejos amigos
de la guardería; fue entonces cuando se
acordó de que uno de ellos se llamaba como su cachorro. Se tenían que ir rápido
y por eso no se despidió de ellos.
Al día siguiente Zoe y Lonal fueron a aquella tienda pero cuando
llegaron…¡El collar no estaba! Decidieron entrar igualmente. El señor de la
tienda estaba escribiendo nombres para collares. De pronto vieron otro collar
con el nombre de Lonal y Zoe decidió comprarlo.
Marta Reis
Herreras – 13 años
