UNA HISTORIA, UN DESEO
Había llegado el momento, tenía que salir por ese túnel, me daba miedo, pero oía esas voces que diariamente podía escuchar ¡Eran papá y mamá!
De repente, ví una pequeña luz que iba haciéndose cada vez más grande y pude escuchar en directo la voz de mi madre y padre. Sentí los brazos de mi madre y su calor; no estaba solo en la vida que acababa de empezar.
Han pasado 12 años y he reído, llorado, disfrutado… y lo más importante: mi madre siempre ha estado a mi lado.
Versos de Daniel a su madre:
Madre mía
Tú me diste la vida.
Madre mía
Tú me diste el amor.
Madre mía
Tú me diste calor
Con el que me cuidaste,
Amaste, apreciaste…
Me diste un buen hogar,
Y una educación ejemplar.
Todo esto te agradezco, MADRE.