Érase una vez un niño llamado Iker, que jugaba mucho al fútbol. Un día, cuando estaba jugando se rompió una pierna.
Lo llevaron al hospital y le hicieron una radiografía. Como la tenía rota, se la escayolaron y se fue a casa con muletas.
Pasó mucho tiempo con las muletas, pero después volvió a jugar al fútbol y a divertirse mucho.
Autores: Juan Rodríguez ( 7 años) y Javier (8 años)