El oso Tomy, nunca comía sano y no se movía de la cama. Se pasaba el día con la tele y la maquinita y comiendo chuches.
Lucía, Marta, Mario y Almudena |
Un día, las frutas y las verduras se pusieron encima de su cama muy enfadadas. Mientras el tomate le quitaba la tableta de chocolate que estaba comiendo, las otras le explicaban que no podía seguir así porque su vida no era saludable. Tomy obedeció sin rechistar y se levantó.
Desde ese día y con la ayuda de sus amigos, Tomy comía frutas, verduras, legumbres, pescado… ¡comida sana! Además, le acompañaban todas las tardes para hacer ejercicio: salían a correr un kilómetro, jugaban en el parque, se apuntaron a baloncesto y a natación…
Así el oso se convirtió en un animal saludable y feliz. Siempre da las gracias a sus amigas las frutas y verduras.
Colorín colorado,
Tomy se ha salvado