Érase una vez una ciudad llamada León en la que vivían dos hermanos que no se querían nada. Eran
Javier y Antonio. Ellos querían hacer una cosa que nadie había hecho nunca pero
siempre les salía mal. Eran muy traviesos y les gustaba experimentar.
Un día decidieron que el
hermano pequeño, Antonio, estuviera en el cielo volando por los aires en un globo.
Y así fue. Hincharon el globo y el pequeño salió volando pero se le soltó el globo y fue
cayendo muy rápido. Al verlo su hermano mayor, Javier, corrió y puso a tiempo el
flotador y la colchoneta, porque en el fondo se querían mucho. Menos mal que la
madre estaba durmiendo la siesta. Después se levantó y
dijo: ¡A merendar!
Daniel González Marcos -
8 años