19.5.14

Mentir es malo

Hace cuatro años, en el patio de un colegio cubano, se enfadaron dos amigos: Jaime y Pablo.
Jaime era un niño moreno, de ojos azules, con gafas, revoltoso, pero con muchos amigos.
Pablo era rubio, con ojos verdes, pelo corto rizado, muy mentiroso y con pocos amigos.
Un día Pablo mintió a Jaime y Jaime se enfadó mucho. Los compañeros de clase se chivaron a la profesora. Luego la profesora riñó a Pablo y les explicó porqué era importante decir siempre la verdad.
Pablo pidió perdón a Jaime y después hicieron las paces para siempre.

Autoras: Deva (8 años) y Nerea (5 años