6.2.15

Tres historias para una imagen

1. El abuelo Federico

Lucía y Javier fueron a casa del abuelo Federico, después de la comida. El abuelo siempre tenía flores y contaba unas historias muy bonitas. Los niños siempre quería ir su casa.
Después de contarles la historia dormían la siesta con el abuelo. 
Cuando se despertaban tomaban chocolate con donuts. ¡El abuelo era genial! 
Sara Fraile,9 años y  Adriana Iglesias, 7 años


2. Un muñeco  especial

 Clara y su hermano Juan vivían en Londres con su abuelo Gerardo en una casa preciosa e inmensa. En un día de mucho frío,  Gerardo les contó una historia muy bonita sobre el invierno. 
-La historia es la siguiente -dijo el abuelo:
Era una tarde de invierno, hacía mucho viento y no paraba de nevar y nevar. Cuatro amigos llamados Sara, Paula, Pedro e Iván, querían hacer un muñeco de nieve que pudiera decir cosas buenas, sinceras, alegres… Lo hicieron al siguiente día por la tarde, con una zanahoria , una bufanda con palabras solidarias, un gorro  lleno de felicidad y unos palos llenos de ternura.
Alrededor de los niños  se iluminó una estrella, dos, tres y cuatro. El muñeco de nieve se iluminó, sonrió y se levantó. Las estrellas se pusieron una encima de cada niño, y todas juntas hicieron que el muñeco de nieve fuera una persona muy pero que  muy especial. Aprendieron que con ternura , felicidad y solidaridad se pueden conseguir grande cosas.
-Y colorín colordo , este cuento se ha acabado -dijo  Gerardo el abuelo cuntacuentos.
 Gonzalo Reyero Aller- 11 años


3. Cuento de Navidad  y nieve 

Noemí  , 9  años
Era una noche de nieve y  Juan, el padre de  Sandra y Pablo, decidió contarles un cuento de Navidad:
Había una vez en un pueblo una familia a la  que le encantaba la Navidad. Era la familia Pérez. Todos juntos hacían muñecos de nieve, se tiraban bolas, jugaban  y se lo pasaban genial.
Un día se tiraban resbalando desde una montaña muy muy grande y muy muy  alta. Se divertían mucho y estaban distraídos. De repente apareció Sergio. A Sergio no le gustaba nada la Navidad. La familia  quería  animarle a divertirse con la nieve y a ver  lo bonito de  la Navidad. El insistía que no y que no,  pero la familia empezó a jugar con la nieve y a lanzarse bolas  y Sergio no pudo resistirse.
 Sergio pensó que una Navidad con nieve era algo divertido y que tal vez  si jugaba  con la nieve haría más amigos y le iría 
un poco mejor.Y así ocurrió.