18.2.16

Jackelín

Laura García Rodríguez
Era un perfecto amanecer, cuando el sol rozaba el cielo y luchaba por salir de detrás de las montañas, cuando uno de los ángeles de la ciudad de Angeliduyum, dio a luz a un precioso ángel al que llamaron Jackelin. Sin embargo Jackelin era un ángel muy especial porque había nacido sin alas.
Cuando cumplió los quince años, le dieron como regalo de cumpleaños; una beca para ir a estudiar a una escuela de alta hechicería;  ella aceptó con ganas de probar cosas nuevas. Al día siguiente, Jackelin se fue en una carroza voladora llevada por pegasos a la escuela de hechicería. Durante el viaje Jackelin estuvo callada, como si la hubiera comido la lengua un gato.
Una vez llegaron, se encontraron a los pies de  una enorme torre. “Desde luego que no parece muy acogedora” pensó para sus adentros Jackelín.
De repente, a la puerta apareció un maestro con una túnica gris. “Este debe de ser el maestro que nos dará clase” -dijo una voz al oído de Jackelín. Ella se giró alarmada y vio a una criatura con cola de sirena y alas a la espalda. La criatura saludó: “Hola me llamo Yelinde pero mis amigas me llaman Yeli, o bueno me llamarían si las tuviese” Jackelin la miro y contesto: “Hola Yeli, yo soy  Jackelin, pero puedes llamarme Jacky”. Yeli la miró y le preguntó: “¿y tú que criatura eres?” Jackelin le respondió: “Un ángel”. Yeli la miró atentamente  durante un rato hasta que por fin dijo:” ¿tú un ángel? ¿Y dónde están tus alas? ”Jackelin bajó la cabeza y no dijo nada. Yeli se sintió mal por la pregunta que había hecho y le pidió perdón. Jacky aceptó las disculpas y le dijo: “No te preocupes, todos se preguntaban como puedo ser un ángel si ni siquiera tengo alas” Yeli para animarla un poco la dijo: “¿Pues sabes qué? Que me gustas tal y como eres y si quieres podemos ser amigas, te prometo que no sacaré más el tema”. Jackelin le dijo con sorpresa:” ¿En serio que quieres ser mi amiga? Nunca he tenido una amiga. “Pues de ahora en adelante ya la tienes y seremos mejores amigas”. Ambas rieron y entraron en la torre siguiendo a las demás criaturas.
Una vez dentro, les dieron un pequeño tour por las instalaciones  y luego les mostraron los dormitorios. A Jacky y Yeli les  tocó una habitación que tenía tres camas. Cuando ya se  habían acomodado en la habitación llegó otra criatura que les preguntó: “¿Hay una cama libre para mí?  La criatura desconocida sonrió, entró, y colocó su ropa, su neceser… en el armario. Yelinde le preguntó ” ¿cómo te llamas?” La criatura contestó:” Yo soy Rowina ¿y vosotras?”. : “Yo me llamo Jacky ”  dijo una “y yo soy Yeli” 
 Estuvieron un año estudiando juntas en la escuela de alta hechicería y eso cambió sus vidas para siempre.Pasaban los días y con ellos las semanas, y así también los meses hasta que llegó el día de volver a casa. Jackelin, Yelinde y Rowina  nunca más se separaron, nada de eso, iban a visitarse cada tarde en su sitio favorito; un pozo, en lo alto de una colina, oculto por unos arbustos. Ese era el sitio, donde, todas las tardes, se encontraban y repasaban lo aprendido en la escuela.