Paula Santos García- 9 años |
Érase una vez un dragón
que se llamaba Eduardo. Su color
era verde, tenía bigote y siempre llevaba gorra de color naranja. Su casa era
una cueva grande y con mucha luz.
Un día de verano, Eduardo se encontró con una elefanta que se llamaba Marina. Era
alegre y vivía en un castillo enorme. Marina invitó a Eduardo a su palacio. Se hicieron
muy amigos y como necesitaba un guarda le contrató. Ayudó a los aldeanos a limpiar sus casas, a
cocinar, en el colegio etc… Ganó mucho
dinero y vivió muy feliz siempre en el reino.