David Santín- 10 |
Había una vez una familia que
vivía en un barrio de Florida, Estados Unidos. En esa familia todos
eran perfectos pero como eran muy pocos decidieron hacer un club al que solo
pudieran entrar personas perfectas.
El Club estaba dentro de una casa
hecha de ladrillos con grandes ventanas y rodeada por una verja grande
de color negro. Los socios se sentaban alrededor de una mesa muy grande con un mantel
bordado en medio. Se ponían a comer y siempre
comían bien y de forma correcta. A veces los floridenses se
subían a la verja para observarlos porque les resultaba divertido y curioso.
Un día cuando comían en paz, una cucaracha se puso encima de la mesa
y entonces un rubio perfecto grito ¡ una cucaracha ¡ y todos se asustaron y salieron chillando aterrorizados, y a una chica se le cayó la peluca,
Al llegar a fuera algunos
floridenses se reían de ellos y otros le daban la bienvenida entre risas.
Podríamos decir que ese día
desapareció para siempre el Club.