Pedro, tenía 11 años y
era alto, delgado, guapo, moreno y con ojos azules debajo de las gafas. Era
presumido, simpático con sus amigos pero un poco avaro con los demás.
Mientras jugaba el partido,
recordó a sus padres (que habían fallecido en un accidente de tráfico) y falló
un penalti decisivo que estaba tirando en aquel momento. Esto hizo que su
equipo perdiera la Copa del Rey. Pedro se sintió muy triste por el fallo
cometido y por defraudar a sus compañeros.
Al día siguiente se levantó
temprano porque tenía que jugar contra el Milán. Ese día le dejaron en el
banquillo por decisión técnica. El equipo iba perdiendo por muchos puntos y el entrenador sacó a
Pedro al campo porque se lesionó un compañero.
Al final remontaron y tuvo
que volver a lanzar el penalti decisivo. Esta marcó y se lo dedicó a sus padres.
Moraleja: Nunca te des por
vencido. Unas veces se gana y otras se pierde.
Nacho,
Nuria, Pablo, Gorka, Irene, Sami, Isabel, Carmen, y Samuel