Había una vez una bruja que se llamaba Celia y tenía un gato blanco.
Un día se puso mala y tuvo que ir al Hospital de León y quedarse allí unos días. Se había roto un hombro al caer de su escoba. La metieron en la habitación número 25 y allí se encontró con su amiga Maruja, que era otra bruja. Maruja se había tomado sin querer una poción mágica y se puso muy muy malita.
Pero al octavo día las visitó el Hada Médica y las curó a las dos.
Y fueron felices y comieron perdices
Autor: Diego Alonso Fernández- 6 años