César Martínez González- 10 años |
Érase una vez un niño que se llamaba Pablo y quería ser un domador de leones. Pero vio un programa de televisión y pensó que quería ser un
cantante. Pasó un tiempo con esa idea pero después decidió que lo mejor sería ser un buen estudiante.
Una tarde paseando por el campo encontró una cueva y se puso a explorarla. De pronto vio algo que se movía y era un genio al que podía pedirle tres deseos.
Pablo, después de mucho pensar, pidió al genio que le convirtiera en las tres cosas que le gustaría ser: un domador, un cantante y un buen estudiante. Y así lo hizo porque era un genio muy bueno.
Pablo, después de mucho pensar, pidió al genio que le convirtiera en las tres cosas que le gustaría ser: un domador, un cantante y un buen estudiante. Y así lo hizo porque era un genio muy bueno.