19.12.14

Sara

Sara - 11 años
De pronto un día empecé  a sentirme muy mal; estaba cansada, no tenía ganas de comer, me pesaba muchísimo el cuerpo y no me apetecía hacer nada de nada. 
Mis padres se preocuparon y decidieron llevarme al médico. Me hicieron análisis y pruebas y por fin dieron con mi enfermedad. Ellos al principio no me dijeron nada pero yo sabía que era  algo muy grave con sólo ver la cara de mis padres.

Cuando al fin un día me lo dijeron, me quedé paralizada, no podía ni hablar, era como si no tuviera palabras.
Ahora que llevo desde septiembre casi sin salir del hospital me siento mejor.Tengo días buenos, días malos  y algunos muy malos. Pero día a día lo voy superando  gracias a Dios.
Es duro, porque es  duro, pero lo quiero superar y después será sólo una mala experiencia que ya se terminó.