Hace mucho tiempo, en una
ciudad llamada Gogo existía un hombre que no era un hombre cualquiera. Ese hombre
se llamaba Junquel.
Todos le tenían
miedo, porque era diferente; Junquel tenía mucha ansiedad y parecía muy raro y diferente a los demás. Vivía en las afueras de la
ciudad en una casa muy antigua, en la que siempre habían vivido sus familiares que eran muy especiales y estaban muy marginados.
Cada vez que iba
a la ciudad todos se escondían, en sus casas, pero un día alguien se acercó a él y se dio cuenta de que era muy bueno y tenía buen corazón. Desde ese día todos pidieron perdón y les trataron con mucho cariño.
Lección: La gente es diferente y hay que aceptarla tal como es.
Daniela Domínguez- 9 años