Érase una vez un
bosque maldito en el que vivía un demonio que le daba poderes mágicos a todo el mundo a cambio
de que los usaran para hacer el mal.
Abel -11 años |
Llegó un día de frío en el que una pareja se perdió
por la noche y la bruja como era muy buena les buscó unas piedras de carbón que podían quemar y así calentarse. Luego les condujo hasta una cueva donde se pudieron
refugiar.
Al cabo de un tiempo, la bruja, se empezó a sentir más débil y se guardó en su
casa. El segundo día se le empezaron a acabar los poderes. Y por último el
tercer día se iba a morir y reunió todos sus poderes e hizo que toda esa noche
las piedras mágicas brillaran. esperando su muerte, se abrazó a un árbol
para morir siendo parte de él. Así ocurrió y por eso si visitáis el Faedo de Ciñera y os fijáis bien, allí la
veréis.