17.10.18

Mimi y la máquina atrapa-estrellas


Gonzalo, 13 años
Érase una vez un reino, en el que vivía un rey, el Rey Cometa. A él le encantaba la astronomía, la física y la química. Pero el rey tenía un sueño... tocar esos brillos blancos que aparecen por la noche, que se llaman estrellas. Él no podía cumplir su sueño solo, así que buscó por todo el mundo a un científico que le ayudase a cumplirlo. Pasados algunos días, encontró a una chica que se llamaba Mimi, experta en astrocultura, física y astronomía. El Rey Cometa le contó a Mimi su sueño; ella se quedó impresionada, todas y cada una de las personas del reino eran conscientes de que las estrellas eran enormes y no se podían coger, pero Mimi no se daba por vencida. Ella tenía una idea, construir una máquina que usase la astroquímica y la electroformación que consiste en empequeñecer una estrella con energía oscura de un agujero negro. Además de esos materiales, necesitaba cinco más: oro y plata de las Minas de Cristal, tres placas de malaquita crisocola en la Playa de la Imaginación, un reloj de cuco mágico en El Taller de Filiberto y polvo de hada de Duendetopía.

Primero, Mimi fue a las Minas de Cristal para conseguir la plata y el oro. Nada más entrar, Mimi escuchó un maullido y de repente apareció una sombra. Mimi estaba muy asustada, pero súbitamente la sombra oscura que parecía ser un mostruo muy malo, era un gatito atigrado. Mimi se sorprendió, cogió los materiales y decidió adoptar al felino. Después de pensarlo bastante, ella decidió llamar al pequeño gatito, Momo.

 Lo segundo era la malaquita crisocola que se podía hallar en la Playa de la Imaginación. Al llegar al lugar Mimi cogió las tres placas de malaquita y se fue pero antes de que pudiese hacerlo, un pulpo gigante con diecinueve brazos les atacó. Mimi se intentaba defender con su pistola de pompas, pero no había manera, el pulpo era demasiado fuerte. De repente, Momo se cubrió de un brillo azul y a los pocos segundos, el animal lanzó un rayo de energía que iba con tanta fuerza que noqueó al monstruo de un solo golpe. Mimi se quedó impresionada, no sabía cómo no se había dado cuenta de que Momo era un "felinusmastroelectricus" … ¡¡era increíble!!

Lo tercero era el reloj de cuco mágico. Al llegar a la fábrica de Filiberto, Mimi estaba muy ilusionada, tenía muchas ganas de terminar la máquina cogió el reloj y se fue en busca del polvo de hada.

Al llegar a Duendetopía, Mimi se encontraba muy feliz ya que estaba a un paso de hacer el sueño del rey realidad. Fue a ver a la emperatriz de Duendetopía para pedirle el polvo de hada. Por suerte, Mimi y Momo consiguieron el polvo gracias a la emperatriz. Solo quedaba construir la máquina.

En el taller, Mimi empezó a construir la máquina. Después de dos largas semanas, la máquina ya estaba construida, solo faltaba probarla. En los dos primeros intentos, la máquina no funcionaba. Lo siguió intentando pero seguía sin funcionar. Así que Mimi recurrió al consejo de sabios, que es un grupo de personas que se dedican a aconsejar a la gente. Ellos decidieron contarle al Rey Cometa que las estrellas eran unos pequeños seres que servían para cumplir los deseos de los demás. El rey se quedó un poco triste pero lo bueno era que gracias a Mimi, él ya tenía otro sueño: poder hablar con esas criaturas espaciales.
Nota: Quiero compartir esta actividad con la que he ganado el segundo puesto de expresión escrita en mi cole. espero que os guste.