Hace cinco años fui de vacaciones de verano a Italia. Me
acompañaron mis abuelos, mi padre y mi hermana.
La ciudad en la que nos alojamos se llamaba Fogia. Era una ciudad que tenía cosas muy chulas y playa. Allí estuvimos dos semanas. Visite el Museo de
las Ruinas de Pompeya, una catedral, la Iglesia de San Pedro etc.
Lo que más me gustó fue el día que fuimos a la playa y salté desde una roca de cinco metros al agua. Me divertí
mucho. Ese día, a mi padre, se le cayó
el móvil al agua y descubrimos que flotaba
y era acuático.
Lo que menos me gustó fue que
mi padre nos llevó a comer pizza y pedimos una “pizza Diávolo” y picaba
muchísimo.
Si me dieran la oportunidad de volver yo iría otra vez con mi
madre y mi hermana.
Asier Lama, 11 años