Ya casi llego a la meta
de esta enfermedad. Es muy duro pero yo nunca pierdo la fe. A veces me pongo triste y pienso que esta vida es injusta conmigo. Pregunto a Dios
qué he hecho para que me haga esto a mí.
Es muy injusto conmigo. Otras veces pienso que no es Dios quien te da la enfermedad, simplemente que
tienes que pasarla y ya está. Me puede pasar a mí o a otros niños y niñas.
Tenemos que pensar que de esto se sale y
por eso quiero deciros ¡mucho ánimo campeones!
Sara Jiménez Jiménez – 11
años